La agricultura sigue siendo una de las principales causas de deforestación, especialmente en regiones tropicales que albergan grandes extensiones de bosques. A pesar de que las nuevas regulaciones europeas buscan reducir la pérdida de estos ecosistemas al restringir la importación de materias primas provenientes de tierras deforestadas, estas medidas no contemplan por completo el impacto que las inversiones extranjeras directas (IED) tienen en los mercados internos. Un estudio, publicado en Scientific Reports, liderado por el equipo de Paisajes Bajos en Emisiones de la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) junto con la Universidad de Copenhague, señala que las IED en los sistemas alimentarios, impulsadas por la creciente demanda en zonas urbanas, también son un motor significativo de la deforestación.
Yomayuza, K.V.