La conexión entre la degradación ambiental y los conflictos sociales es innegable. Cuando los recursos naturales se vuelven escasos y la competencia por ellos aumenta, las tensiones entre las personas también crecen. Pero, ¿y si la propia naturaleza tuviera la clave para lograr una paz duradera?
Yomayuza Herrera, K.V.