Amenazas, impactos del cambio climático y opciones de adaptación para los sistemas de ganadería bovina en Nicaragua

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La ganadería bovina es una de las actividades productivas claves del sector agropecuario de Nicaragua por sus aportes a la economía nacional y porque es una fuente importante de alimentos de origen animal, aunque el consumo per cápita estimado de carne y leche es uno de los más bajos en la región.

Esta actividad participa en aproximadamente el 80% del PIB del subsector pecuario, el cual contribuyó con el 5.3% y el 40.6% al PIB nacional y al PIB agropecuario, respectivamente, en el período entre 2017 y 2019 (BCN, 2020). Además, realiza una importante contribución en la generación de empleos a través de todos los eslabones de las cadenas de carne y leche en el territorio nacional; FAGANIC (2020) indica que la ganadería genera 600,000 empleos a nivel nacional, mientas que Cajina (2016) establece en 130,000 los empleos generados por la ganadería y 430,000 empleos combinados con agricultura, lo cual representa el 53% y el 19% del empleo generado por el sector agropecuario y del total del empleos en el país, respectivamente.

Por otro lado, según estadísticas del BCN (2020) la ganadería realiza una contribución significativa
en la generación de divisas para el país, exportando en promedio USD 650 millones en los últimos
tres años (79.3% corresponde a carne vacuna) lo que representa el 30.5% del valor total de las
exportaciones de los principales productos que comercializa Nicaragua (BCN, 2020).

Los pronósticos sobre la actividad ganadera en Nicaragua hasta el 2030 prevén un crecimiento
de la producción y mayores aportes a la economía nacional y la seguridad alimentaria, y se
estiman mayores impactos con apoyo de inversión pública y privada. Los resultados de un estudio
realizado en 2019 para analizar el impacto de la inversión pública en el crecimiento económico
del país, el cual fue liderado por el Gobierno de Nicaragua y con la asesoría técnica de la FAO, muestran que para 2030 el PIB aumentaría 1.1 % y 3.5% al focalizar la inversión pública hacia la
ganadería bovina en particular y al sector agropecuario en su conjunto; sin embargo, ese crecimiento e impacto en la economía nacional de la actividad ganadera está amenazado por los
efectos del cambio climático.

Los cambios en los patrones de temperatura y precipitaciones asociados con el cambio climático
y la mayor frecuencia con que ocurren fenómenos extremos como sequía e inundaciones
representan un riesgo para la adaptación de algunos tipos raciales del ganado que predominan
en el país y para la producción de pastos y cultivos forrajeros, los cuales constituyen la base
alimenticia de los sistemas ganaderos. De hecho, ya han estado teniendo algún impacto negativo
en los niveles producción, productividad y eficiencia reproductiva de la ganadería, lo que podría
ser exacerbado en el mediano y largo plazo ante la vulnerabilidad y baja capacidad de resiliencia
ante el cambio climático en que se encuentran los sistemas ganaderos debido a la baja capacidad
de inversión de los productores y las prácticas inadecuadas de manejo del ganado, de las áreas
de pastoreo y los recursos naturales.

Hoek, Rein van der; Mena, Martín; Rodríguez, Josué; García, Anayansi; Enciso, Karen; Díaz, Manuel Francisco; Burkart, Stefan.

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