Problemas fitosanitarios de los cereales de grano pequeño en los Valles Altos de México

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Los Valles Altos de México son regiones aptas para el cultivo de trigo y cebada de temporal, pero diversas enfermedades limitan la producción. Métodos de labranza mínima y monocultivo de cereales han favorecido el incremento de los patógenos causantes de manchas foliares, pudriciones de raíces y fusariosis; ésta última, particularmente importante, ya que afecta el rendimiento y produce toxinas en el grano nocivas a la salud humana y animal. El enanismo amarillo de la cebada y el virus del mosaico estriado de la cebada son enfermedades virales de nivel de daño inferior y variable. Bajo condiciones ambientales favorables, se presenta el rayado bacteriano, la pudrición del embuche y mancha de la hoja. En algunos años, la roya amarilla en la cebada ha causado también fuertes pérdidas. Las manchas foliares en trigo, así como en cebada pueden causar pérdidas en rendimiento mayores al 50%. El programa de patologíamejoramiento genético de trigo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ha desarrollado estrategias de selección para la búsqueda de resistencia genética. Esto también se ha logrado a través de proyectos con universidades de los Estados Unidos de América, así como el Colegio de Postgraduados en Montecillo, Edo. de México. Para tener éxito en la selección de material con resistencia, se debe utilizar la metodología específica (inoculación y evaluación) para la optimización en la caracterización adecuada de cada genotipo. Otro factor importante en los avances de la resistencia genética, ha sido la utilización de gramíneas silvestres como fuentes de resistencia a diversas enfermedades. El estudio de la variación patogénica a nivel regional, y a través de países y áreas geográficas, es estratégico para el futuro del mejoramiento genético del trigo y la cebada.

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