
English
Seed Access in Senegal: An Ethnographic and Social Network Analysis with a Gender Lens
This research examines how historical, social, and gender dynamics shape access to seeds in a Basari community in southeastern Senegal. Based on 18 months of ethnographic fieldwork (2020–2021), it combines access theory, social network analysis, and feminist political ecology. Findings trace three key phases: the peanut boom (1900–1960), its crisis (1960–2000), and the post-2000 shift to cereals driven by food security policies. Analysis of six crops reveals distinct circulation logics: peanuts through markets and projects, sorghum via kinship ties, and Bambara groundnut among women in solidarity networks. Gender and intersectionality prove central: women are increasingly crucial in sorghum management, play pivotal roles in Bambara networks, yet face limited access to project-introduced rice. Overall, the study shows how new crops and external interventions reshape social ties and deepen inequalities, underscoring that resilience in small-scale farming must be understood as relational, political, and historically embedded.
Spanish
Esta investigación analiza cómo las dinámicas históricas, sociales y de género configuran el acceso a semillas en una comunidad basari del sureste de Senegal. Con 18 meses de trabajo de campo etnográfico (2020–2021), integra la teoría del acceso, el análisis de redes sociales y la ecología política feminista. Se identifican tres periodos: el auge del cacahuete (1900–1960), su crisis (1960–2000) y la deriva hacia los cereales desde 2000, impulsada por políticas de seguridad alimentaria. El estudio de seis cultivos muestra lógicas diferenciadas: el cacahuete circula por mercados y proyectos, el sorgo por lazos de parentesco y el bambara groundnut en redes solidarias entre mujeres. El género y la interseccionalidad resultan determinantes: las mujeres sostienen el sorgo, ocupan posiciones centrales en el bambara, pero enfrentan desigualdades en el acceso al arroz introducido por proyectos. En conjunto, se concluye que los nuevos cultivos y actores externos reconfiguran los lazos sociales y profundizan desigualdades, lo que obliga a entender la resiliencia agrícola como un proceso relacional, político e históricamente situado.